viernes, 3 de agosto de 2012

SACRIFICIO MAYA, Coyote Quemado

El fuego del trago entrega la imagen precisa para el inicio de un ritual. En la mesa el trago deja recorrer el calor, que sube y llama a ser bebido. El color oscuro da la impresión de la entrada a un lugar donde no todo está a la vista. Se debe tomar rápidamente, con la bombilla y hasta el final. Un calor en la boca, de difuso origen, si es del fuego o de la fuerza del alcohol que baja por la garganta, adormeciendo la boca y marcando el paso hasta llegar al estómago, con un ardor. A pesar de la poca sensibilidad que deja en la boca, se siente el aroma a café, y se queda alojado entre la nariz y la boca, haciendo recuerdo de que hemos pasado por un sacrificio.

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